Sólo son soluciones circunstanciales, parches.

Un nuevo corte de pelo, una nueva camisa, ir al cine a ver un estreno, refugiarte en tus amigos.

Pero el pelo crece.

La ropa se desgasta y acaba hecha jirones.

Acabas desnudo ante el frío de la soledad.

Y tu corazón roto y vacío, busca otro parche.